Ciertos compuestos como la capsaicina y la piperina, pueden irritar el nervio trigémino, provocando una sensación de hormigueo o ardor en la nariz, los ojos y la garganta. Esta reacción es habitual al consumir alimentos de sabores intensos como cebolla, chile, rábano, mostaza, wasabi o jengibre. Si bien maridar estos ingredientes puede ser un desafío para muchos vinos, el jerez, especialmente en sus estilos secos y oxidativos, destaca como un acompañante excepcional.

En lugar de verse eclipsado, el jerez abraza y realza la pungencia de estos alimentos, aportando profundidad aromática y equilibrio en boca. Su éxito en el maridaje con ingredientes complejos radica en su riqueza de sabores umami y su capacidad para suavizar notas amargas. Además, su amplia gama de intensidades, desde la ligereza y frescura de los finos y manzanillas hasta la profundidad y riqueza de los olorosos y amontillados, lo convierte en una opción extremadamente versátil.

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Author: Lustau

Date: 07/02/2025

Category: Maridajes

Ciertos compuestos como la capsaicina y la piperina, pueden irritar el nervio trigémino, provocando una sensación de hormigueo o ardor en la nariz, los ojos y la garganta. Esta reacción es habitual al consumir alimentos de sabores intensos como cebolla, chile, rábano, mostaza, wasabi o jengibre. Si bien maridar estos ingredientes puede ser un desafío para muchos vinos, el jerez, especialmente en sus estilos secos y oxidativos, destaca como un acompañante excepcional.

En lugar de verse eclipsado, el jerez abraza y realza la pungencia de estos alimentos, aportando profundidad aromática y equilibrio en boca. Su éxito en el maridaje con ingredientes complejos radica en su riqueza de sabores umami y su capacidad para suavizar notas amargas. Además, su amplia gama de intensidades, desde la ligereza y frescura de los finos y manzanillas hasta la profundidad y riqueza de los olorosos y amontillados, lo convierte en una opción extremadamente versátil.

<strong>Tiempo de lectura:</strong> 2Minutes<strong>Author:</strong>Lustau <strong>Date:</strong> 04/09/2024<strong>Category:</strong> Maridajes

MARIDAJE: ALCACHOFAS Y AMONTILLADO

Incluso las alcachofas, notoriamente difíciles de maridar debido a su contenido de cinarina (que puede alterar la percepción de dulzura y hacer que muchos vinos resulten extraños), encuentran un aliado ideal en el versátil mundo del jerez. Los estilos secos y oxidativos, con su intensidad y carácter, equilibran los compuestos amargos de la alcachofa logrando una armonía perfecta en el paladar. En particular, los amontillados, gracias a su doble envejecimiento, desarrollan una combinación única de notas a nuez, salinidad y riqueza oxidativa, lo que los convierte en compañeros excepcionales para ingredientes complejos.

POR QUÉ LUSTAU ALMACENISTA AMONTILLADO DE SANLÚCAR ES LA OPCIÓN IDEAL PARA MARIDAR ALCACHOFAS A LA PARRILLA

1. Aromas y sabores complementarios:  Lustau Almacenista Amontillado de Sanlúcar Cuevas Jurado presenta notas de frutos secos, avellanas y un toque salino, que complementan los sabores terrosos y ligeramente amargos de las alcachofas. Esta combinación resalta lo mejor de ambos, creando una experiencia gustativa equilibrada.

2. Estructura y cuerpo: el amontillado tiene una buena estructura y un cuerpo que armoniza con la textura suave y untuosa de las alcachofas asadas. Esta interacción proporciona una sensación en boca agradable y completa.

3. Acidez refrescante: la acidez del vino ayuda a cortar la grasa que puede producirse al asar las alcachofas, equilibrando la riqueza del plato y manteniendo el paladar fresco y limpio.

4. Toque salino: la procedencia del Amontillado de Sanlúcar de Barrameda, con su influencia del mar, aporta un sutil toque salino que realza los sabores de las alcachofas a la parrilla, acentuando su frescura y naturalidad.

5. Versatilidad: este amontillado se adapta bien a los diferentes métodos de preparación y condimentos que se pueden usar con las alcachofas, desde aceites de oliva hasta hierbas aromáticas, lo que permite una gran versatilidad en el maridaje.
Si aún no has probado las alcachofas a la parrilla con Lustau Almacenista Amontillado de Sanlúcar, ¡no lo dudes y añade esta combinación a tu lista de maridajes top!

RECETA DE ALCACHOFAS A LA PARRILLA

Ingredientes

Limones: unta las superficies cortadas de las alcachofas con zumo de limón para evitar que se oxiden mientras las preparas. El zumo de limón recién exprimido también aporta un toque ácido.

Alcachofas: hay numerosas variedades de alcachofas, tanto grandes como pequeñas. También pueden variar en color, desde verde brillante hasta morado. Para esta receta, necesitarás dos alcachofas grandes y redondas de tipo “globo”.

Aceite de oliva virgen extra: el aceite de oliva aporta las notas aromáticas y evita que las alcachofas se sequen en la parrilla. Usa una variedad de alta calidad, preferiblemente algo intenso y picante como una Hojiblanca, deliciosa para esta receta.

Ajo: los dientes de ajo finamente picados añaden pungencia y contrastan con el sabor dulce y terroso de las alcachofas.

Sal Kosher realza el sabor fresco del ajo, y aporta equilibrio.

Escamas de pimiento rojo: son una forma fácil de añadir un poco de picante sin abrumar el delicado sabor de las alcachofas.

Cómo preparar las alcachofas

Comienza con agua con limón: Llena un tazón con agua y exprime el zumo de medio limón. Como las alcachofas se oxidan rápidamente al contacto con el aire, usamos el limón de dos formas para evitar que se oscurezcan: primero, frotamos las superficies cortadas con limón; luego, las sumergimos en el agua con limón.

Recorta las alcachofas: rompe las hojas exteriores duras y retira cualquier hoja dañada. Luego, corta la parte superior de ambas alcachofas e inmediatamente frota la superficie cortada con la otra mitad del limón. A continuación, recorta aproximadamente 1,5 centímetros de la parte inferior del tallo y utiliza un pelador de verduras para quitar la capa exterior fibrosa. Finalmente, frota nuevamente la superficie con limón.

Corta en cuartos y retira el pelo: utiliza un cuchillo afilado para cortar las alcachofas en cuartos a lo largo. Luego, con un cuchillo de pelar, retira el pelo y las hojas púrpuras espinosas del centro para crear una cavidad. Frota las superficies cortadas con limón y coloca los cuartos de alcachofa en agua con limón para evitar que se oxiden. 

Cómo preparar la receta

Cocina al vapor las alcachofas: coloca un vaporizador de metal en una olla grande y ancha y llénala con dos dedos de agua. Coloca las alcachofas en la olla, cubre y lleva el agua a ebullición. Cocina al vapor las alcachofas hasta que los tallos y centros se puedan perforar fácilmente con un cuchillo de pelar, aproximadamente 12-15 minutos.

Adereza con el marinado: mientras las alcachofas se están cocinando al vapor, combina 1/2 taza de aceite de oliva, 1/2 taza de perejil picado, 2 cucharadas de zumo de limón, 2 dientes de ajo y 1/2 cucharadita de escamas de pimiento rojo y sazona generosamente con sal al gusto. Transfiere las alcachofas al vapor a una fuente para hornear y cúbrelas con el marinado. Deja reposar al menos una hora.

Asa las alcachofas a la parrilla: precalienta una parrilla de gas a fuego alto. Cuando la parrilla esté caliente, coloca las alcachofas sobre el fuego directo hasta que estén bien marcadas, aproximadamente 5 minutos por lado.

Sirve las alcachofas: transfiere las alcachofas a la parrilla a un plato grande y espolvorea con sal. Rocía aproximadamente una cucharada del marinado sobre las alcachofas y vierte el resto en pequeños recipientes para mojar. Puedes servir de inmediato o dejar enfriar y servir a temperatura ambiente.

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